martes, 19 de enero de 2010

Dónde el corazón te lleve

Estoy acojonada pero no mucho y a la vez, tengo una tranquilidad que no tenía hace años. Cada día me convenzco con nuevos argumentos para no caer en dónde no quiero pero, me da mucha tranquilidad el saber que todavía respira. ¿Estoy loca? Puede ser aunque, yo creo que no. Nunca me había pasado esto con nadie. Tuve relaciones de amistad que se acabaron, y alguna me dolió muchísimo cuando terminó. Pero esto, es único ... No lo entiendo, pero tampoco es necesario entenderlo todo. Preparo estrategias, argumentos, defensas, ordeno recuerdos, es como si toda la vida estuviese esperando este momento. Llevo un mes intoxicándome buscando engancharme con lo que sea para no pensar, para no decir. Tengo la tensión por las nubes, no sé si reventaré antes de que me decida a pedir ayuda, no sé si viviré para ver el final o si mi final está más próximo de lo que imagino. Pero ... siento una increible tranquilidad (confortable numb). No me sirvió de nada escaparme a lo largo de los año, perderme en las noches por los lúgubres rincones de mi ciudad, repetirme una y otra vez razonamientos, tragarme libros y más libros, nada sirvió de nada. Ahora, me encuentro con material de deshecho pero, me siento ... bien. Y no entiendo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario