martes, 23 de noviembre de 2010

Debería odiarte, y sin embargo ...

Debería odiarte, pero sin embargo ... En dos días, dos personas diferentes me hablaron de tí y ... se me encogió el corazón. Yo sé que no puedo contarselo a mis amigos, porque sé que es una locura... es mi gran secreto: todos los días me despierto pensando en tí, siempre hay algo de aquella época tan terrible que se repite en mi mente una y otra vez. Y todos los días repito tu nombre varias veces, preguntándome ¿por qué? Te llamo pero, por supuesto, nunca estás. Pasaron 20 años, no debería de ser así pero, lo es. No quiero hablarte, no quiero verte, sé que en realidad no quiero nada contigo, ni tan siquiera podría pero, no puedo quitar de mi mente las escenas del adiós. ¿Recuerdas? Cuando te fuiste, yo estaba rota de dolor tirada en el sillón. Lloraba, me dolía todo. Antes de irte, me miraste, te reiste y me preguntaste: ¿qué pasa? ¿es que te robaron el novio? En fin ... sólo por eso debería odiarte. O igual si que te odio pero no reconozco el sentimiento como tal, no lo sé. Me gustaría ser invisible para poder verte sin ser vista, quizás sólo por buscar una explicación desde la distancia. Si pretendías dejarme jodida para toda la vida, puedo asegurarte que lo conseguiste con creces. Hace demasiado tiempo que eres mi dolor. Aunque, puedes tener claro que siempre lo negaré. No me sirve una excusa de locura, porque sabías perfectamente el daño que me hacías y, parecías disfrutar como un sádico con mi dolor. Ya ves, no sé si debería odiarte pero lo que si sé es que debería olvidarte.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Camino de Compostela

Tenía ganas de hacer el Camino Francés y, este año, que además es Año Jacobeo, lo hice. Como no quería ir sola, busque un grupo organizado para apuntarme y, allí me fui. Me hubiese gustado hacerlo desde O Cebreiro pero, sólo encontré agencias que organizasen los 100 últimos kilometros o sea, que tuve que empezar en Sarria. Era un viaje muy cómodo porque, me buscaron compañera de habitación, tenía las cenas y los hoteles organizados y, llevaba un bus de apoyo que estaba esperandonos cada pocos kilometros y, si estabas cansada podías subirte. Siempre me pregunté por qué tanta gente hacía el Camino y, la verdad, después de haberlo hecho, lo entiendo todavía menos. El camino es una pasada de bonito, yo iba casi todo el tiempo sola rodeada de gente y, en algunos tramos totalmente sola, flipando con mi MP3 y alucinando por aquellas corredoiras rodeadas de carballos. Vacas, bosta, barro, agua, carballos, aldeas perdidas en el medio de la nada ... Sarria, Portomarín, Palas, Melide, Arzúa ... Lo que menos me gustó: los últimos 30 kilometros del Camino, demasiado eucalipto. Y lo que más me llamó la atención era la pandilla de masocas que me rodeaban porque, es lo que me pareció el comportamiento de gran parte de la gente que hace el Camino. Los primeros días, todos estabamos frecos. Pero al tercer día, ya empezabas a ver rodillas tocadas y, aún así, la gente seguía andando porque tenía que hacer el Camino completo. Algunos hablaban de motivos espirituales ... Pues, vale. A uno de mi grupo, incluso le tuvieron que quitar una uña pero, con uña o sin ella, él siguió andando. Tuve la suerte de que, el sábado que dormimos en Labacolla, actuaba Carlos Nuñez y los Chieftans en el Obradoiro y, claro está, no me lo perdí. Por supuesto, fue espectular. El Padi sigue igual que hace 20 años. Hubo bronca durante los primeros 30 minutos porque, la entrada era libre hasta completar aforo y, la gente que se quedó fuera empezó a montar bulla porque quería entrar. Carlos Nuñez, no entendía a que venían las protestas y, en un principio pensó que era por un tema político por eso, nos recordó a todos que el era hijo de un comunista. Muy recomendable el tramo gallego del Camino. Como para repetir.