jueves, 18 de agosto de 2011

Todo él, por casualidad

Hoy lo ví de refilón. Pienso que él, ni me intuyó. Y, ¿qué sentí? una extraña mezcla de todo, un querer meterme debajo de la mesa, mezclado con un querer salir corriendo y a la vez, con un plantarme delante y decirle "aquí estoy yo". También vinieron a mi mente una mezcla de recuerdos, la mayoría de ellos malos y me dí cuenta de que realmente es guapo. Eso es lo único que tenía: era muy guapo, con quellos ojos enormes y aquellos labios carnosos. Y, además, estaba muy bueno metido en aquel cuerpo atlético con aquellas piernas y aquellos brazos fornidos. La seguridad que aparentaba, unicamente por representar su papel de "muy macho" también le añadían atractivo. Pero, era sólo una máscara, lo que había por debajo era un desequilibrado maníaco-depresivo, borracho, drogata y con un narcisismo excesivo que vivía un mundo en el que sólo había lugar para él, para sus deseos y para sus caprichos. Y que hablaba de amor pero, que por amor entendía simplemente que quería tenerte a su servicio, sin importarle en absoluto tus necesidades, tus deseos o tu felicidad. Es curioso lo que alguna gente entiende por amor ...

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