miércoles, 23 de mayo de 2012

Maltrato psicológico

Los malos tratos psicológicos son muy díficiles de detectar, sobre todo por la persona que los sufre. Normalmente, el maltratador sí que sabe que lo que está haciendo no está bien y por eso, cada mañana te sorprende con un "perdona, ayer me pasé tres pueblos", o te envía flores o cualquier otro regalito. Es una forma de librarse de su sentimiento de culpabilidad. Al principio los "ataques" son muy sutiles, luego son más claros, llegando incluso a burlarse abiertamente de la pareja con el mayor de los descaros para concluir en ataque físico. El perfil del maltratador, es el de una persona centrada en sí misma, llegando en algunos a casos a presentar trastorno narcisista de la personalidad y que tiene una idea distorsionada de lo que significa amar a una persona. Para ellos, el amor es simplemente algo que sienten pero, no tienen la más mínima empatía por la otra persona ni les importa en absoluto hacer terriblemente infeliz a su pareja. Si que saben distinguir el bien del mal, de ahí sus sentimientos de culpabilidad pero, sus intereses, sus caprichos, sus ideas en ocasiones delirantes, priman sobre cualquier otra cosa. Poco a poco, debido a que es terriblemente absorbente, va apartando a su víctima de sus amistades para aislarla y poder controlarla. Los "ataques" suelen intensificarse en el momento en el que considera que su pareja es de su propiedad. ¿Y la persona maltratada? Como el maltratador suele ser extremadamente dulce en los comienzos de la relación y las humillaciones en un principio son muy sútiles, cuando se da cuenta de que "algo raro está pasando" en un principio "espera a ver si mañana...", "esto es algo pasajero, pronto volverá a ser como antes" y así va pasando un día y otro día y otro día ... Cree que los "perdones" y los "te quiero" de su verdugo son porque realmente siente haberle hecho daño ... Y la humillaciones van "in crescendo"... Hasta que llega un día en que ese "algo raro está´pasando" se hace demasiado insoportable y no le queda más remedio que cortar de raíz. Y entonces, en la distancia, es cuando le puede poner nombre a lo que vivió: maltrato psicológico.

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