jueves, 27 de septiembre de 2012

Amor con fecha de caducidad

Internamente siempre supe que era un amor con fecha de caducidad. Lo que no sabía era que los sentimientos no entienden de caducidades.  Cierto que, con el paso de los años y debido a las circustancias cada día tenía menos presente ese vencimiento amoroso, pero seguía estando ahí.  Y acabó llegando ese día, tan poco esperado, en que todo se acabó.  Sabía que podía mantener un hilo pero a costa de soportar continuas humillaciones, mi única oportidad, o lo aceptaba o me esperaba la soledad eterna.  No tuve elección, tuve que escoger la segunda. Preferí morir de pie antes que vivir siempre arrodillada. Y a pesar de que conocía mi destino, íntenté rebelarme contra él buscando una oportunidad con otro hombre, pero esa oportunidad nunca apareció.  Conocía mi destino porque puedo leer el desprecio en los ojos de los hombres, observando como caen sobre otras como moscas mientras que pasan por mi lado como si fuese transparente.  Sólo pude refugiarme por un tiempo en su excentricidad, con fecha de caducidad, y sabía que fuera de ahí, no había nada, sólo un universo enorme de soledad. No puedo culparlo ni culparme por ello, yo lo supe desde el primer momento.  La única responsable de mi terrible dolor fue mi gran ignorancia, por no saber o al menos intuir, que los sentimientos no entienden de fecha de caducidad.

martes, 25 de septiembre de 2012

Fenosa, electricistas ...

Como en el último recibo de la luz me vino un cargo de 20 euros por un concepto que era "Término de Potencia penalización por ICP" llamé a Fenosa para preguntar a qué se debía ese cargo y me dijeron que era porque no tenía limitador y que le pasaban el aviso a la empresa distribuidora. Por no variar, como pasa cuando llamas por una avería (que la tuve el año pasado) , a pesar de que dicen que vienen en 24 horas tardaron 15 días en venir. Y un nuevo cargo de 20 euros por el mismo concepto en la factura siguiente. Vino un chico, colocó el limitador para corriente trifásica y me dijo que la calefacción no iba a funcionar, que tenía que cambiar unos conmutadores o cambiar la instalación entera y, además que la cocina (que es electrica) iba a funcionar con limitaciones. Como al probar la calefacción comprobé que no funcionaba llamé a un electricista.  Este electricista, me tangó 30 euros, me contó una milonga, bajó a comprar tabaco y se fue diciendo que volvería ... A 1 de noviembre, sigo con el problema sin solucionar, esperando a que que otro electricista venga a hacer los cambios que hay que hacer. Como éste también me falle, me veo partiendo las puertas de mi casa para tener leña y haciendo una hoguera en la sala para no morirme de frío. Y mientras tanto, sigo pagando a Fenosa por una potencia de la que sólo puedo aprovechar la tercera parte.

martes, 18 de septiembre de 2012

Atracción fatal

Es el miedo a que cumpla su promesa de volver es el que no me deja dormir, el que hace que me pase las noches en vela recordando uno a uno todos aquellos terribles episodios. Aunque por lo menos, parece que se acabaron aquellas terroríficas pesadillas en las que mi casa se inundaba. Con el paso de los años, yo sé que ya no es el mismo, es otra persona diferente, no me gusta como es ahora pero, aún así el miedo no me deja vivir.  Es absurdo pero es así. No me atrae físicamente ni me gusta la forma de vida que lleva, no tenemos nada en común.  Dicen que un hombre se olvida con otro hombre pero, yo no tuve suerte, no encontré a ese otro hombre, para mi desgracia en mi vida sólo existió él.  Y ahora me encuentro con que no me gusta, lo quiero y lo odio a la vez e incluso me atrevo a sentir celos cuando lo veo con otra ¿por qué estos celos?.  Un extraño cocktel de sentimientos, una obsesión enfermiza por recordar todos aquellos terribles momentos, una locura llevada en secreto y en soledad.  Ya no sé que inventarme, porque ya probé de todo, ya no me queda nada por probar: relajación, deporte, todo tipo de actividades, viajes... Una perdida de tiempo porque pudiendo ser feliz, no teniendo nada que me lo impida, pierdo las energías con este miedo estúpido, sé perfectamente que jamás va a volver. Es un trauma contra el que toda lucha resulta infructuosa, ni el paso del tiempo lo suaviza. Sólo puedo acostumbrarme a vivir con mi dolor, que ya es crónico. ¿Por qué hay gente que le gusta destrozarle la vida a otra persona?   Ya me había pasado algo parecido cuando me atacó un violador callejero.  Yo no quise darle importancia pero, a partir de entonces y con más intensidad los primeros años, el miedo a andar por la calle sola en cuanto se ponía el sol era insoportable.  Todavía ahora, decadas después, alguna vez siento el filo de aquella navaja fría en mi espalda y, aquella voz de desconocido susurrándome al oído para que no chillase.  Fue muy duro pero, esto es peor porque, al contrario que ahora, yo no sentía nada por mi atacante.  Y tampoco debería de sentir nada ahora pero, no lo puedo evitar.  ¿Se acabará algún día este sufrimiento estúpido?

domingo, 16 de septiembre de 2012

Todos tenemos un plan

Viggo Mortensen hace una gran actuación, aparte de estar buenísimo.  Es una historia de un pediatra argentino que está deprimido y que no le gusta la vida de lujo que lleva en Buenos Aires, y que aprovecha la muerte de su hermano gemelo para hacerse pasar por él.  Pero, no cuela, lo acaban descubriendo.  El hermano tiene una vida totalmente diferente a la que tiene él.  Vive en un lugar misero, lleno de delicuencia y se dedica a asuntos turbios con la tapadera del negocio de la miel.  Todos somos diferentes unos de otros, tenemos una linea de vida y, no es posible cambiarnos por otra persona.  No podemos apropiarnos de las relaciones de otro, ni cambiar de forma radical de la noche a la mañana, ni siquiera para pasar de ser "los buenos" a ser "los malos".  Si somos como somos es porque la vida, la genética, el ambiente y el destino nos llevó a ser así y no podemos hacer nada para cambiarlo.  Un caco es un caco y lo seguirá siendo hasta la muerte y, de la misma manera, un médico seguriá siendo un médico aunque intente disimular.  En algún momento de la vida, pudieron haber coincidido hasta que ese plan, o quizás ese destino contra el que nada se puede hacer, los separó para no tener nada en común nunca más, salvo ese pasado común que sólo sirve para ocupar espacio de memoria, en ocasiones basura neuronal imposible de resetear aunque sea nuestro más ferviente deseo .  Una gran película, para no perdersela.

martes, 11 de septiembre de 2012

Solicitud de contacto - Virus de Facebook

La semana pasada, cada vez que abría el Facebook me aparecía una invitación a la aplicación "Solicitud de contacto".  Llegué a tener 18 solicitudes de contacto siempre del mismo amigo del Facebook.  Acabé por intentar acceder a la aplicación pero, no me llevó a ningún sitio, no recuerdo bien pero, creo que la página se quedó en blanco.  Lo curioso es que, una vez que las solicitudes de contacto llegaron a 18, cada vez que entraba en el Facebook iba descontando una, así hasta llegar al cero.  Y, en el momento en el que llegó a cero, el Facebook dejó de funcionar.  Podía entrar pero, las columnas estaban descolocadas, salía una ventanita con la configuración del chat y los iconos que hay a la izquierda de la página de amigos, mensajes y novedades estaban todos desplegados.  Me mostraba la información de algunos de mis contactos pero, si seguía hasta el final de la página, me decía algo así como servicio temporalmente no disponible o algo por el estilo.  En un primer momento, pensé que era un problema general del Facebook así que, me fui a un cyber para comprobarlo.  Como en el cyber funcionaba perfectamente, estaba claro que era un problema de mi equipo. Después de darle muchas vueltas y de volver a configuraciones de días anteriores, que es algo que a veces funciona con algún que otro virús, se me ocurrió que el problema podía estar en el Explorer.  Así que, me fui al Explorer-Herramientas-Eliminar el historial de exploración y marqué todas las pestañas menos la última.  Cerré el Explorer, volví a abrirlo, entré en el Facebook y ... ¡Problema solucionado! 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Tristeza

Yo era poca cosa para él.  Siempre hay alguien que gane a todo: siempre hay una más guapa, más rica, más ...  más cualquier cosa.  El quería ser importante, necesitaba una novia guapa y rica.  Y ... que compartiese sus vicios: básicamente el alcohol.  Nos hicimos con una casa pero, era demasiado pequeña para él,  necesitaba más espacio.  Se fue, peleándose con su sentimiento de culpabilidad que, lo mitigaba mandandome flores y diciendo que me quería. Se fue porque había otra mujer y se fue burlándose de mí, recuerdo perfectamente sus últimas palabras ... ¿qué pasó? ¿te robaron el novio? Los últimos meses antes de irse fueron los peores de mi vida, aguartar sus continuas borracheras era algo insoportable.  Recuerdo una noche, que tuve que meterlo en cama y acunarlo para que se tranquilizase.  El olor a alcohol en la habitación por las mañanas era insoportable.  Con otra de sus  borracheras, yendo por la calle, se tiró en el suelo pretendiendo que echasemos un polvo. Cuando conseguí levantarlo del suelo, repetía continuamente: tu novio es un alcohólico, tu novio es un alchólico ... Si discutíamos, cogía un vaso, lo llenaba con ginebra y un casinada de tónica y se lo bebía de golpe.  Recuerdo unas navidades, él ya venía bien puesto pero, se empeñó en que fuesemos a un bar a tomar la última.  Con la borrachera que tenía, empezó a recorrer con la vista todos los licores que estaban expuestos en el bar y a relatarme los que había probado y los que no, pocos le quedaban por probar.  Se emborrachaba todos los días, sin faltar uno.  Cuando su amante se separó, se fue con ella y, pretendía que yo fuese por su casa a visitarlos ... su sentimiento de culpabilidad otra vez, era una forma de que fuese menor.  Yo, hablé con un familiar de él del problema que tenía con el alcohol pero ... supongo que pensó que lo decía por despecho, me acababa de dejar por otra mujer... Estaba despechada sí, lo estuve durante muchos años pero, no lo decía por despecho. Cuando se fue, me descubrió el engaño ... a mí me decía que no estaba con ella pero, nunca lo habían dejado y, yo lo sabía ... por el olor a una colonia que no era la mía que tenía en la cara todos los días ... Con el paso de los años, acabó dejándose con su amante y empezó a vivir con otra mujer ... Si me lo encontraba, era como un pavo real, iba todo tieso y te miraba por encima del hombro, sin detenerse a mirar la escoria que asomaba por debajo de su ombligo.  Eso sí, si pasaba cerca el olor a alcohol era más que evidente. Tenía un buen trabajo, tenía una mujer con la que compartir sus borracheras, tenía una casa grande ... Lo tenía todo ...  Hubo una vez que lo ví, de lejos, con los brazos al descubierto y me asusté: él tenía unos brazos fuertes y me lo encontré con unos brazos como palillos: todavía no tenía los 40 y el deterioro físico había comenzado.  La siguiente vez que lo ví, un par de años después, recuerdo que escribí por algún lado: tiene 40 años y parece que tuviera 70.  Acabó perdiendo el trabajo, acabó perdiendo a la novia y ahora ... parece que tuviera 80.  Y, curiosa y estupidamente, después de todo lo que sufrí tanto durante como después, siento una terrible tristeza ...