lunes, 18 de febrero de 2013

Fin de la historia

Tuve una historia bonita por Internet.  Nos conocimos en un chat y era un chico ocurrente y divertido.  No suelo hacerlo pero, me cayó bien y le di mi teléfono.  No sé cuántas noches nos pasamos chateando, puede que 4, 5, 6? día tras días.  Luego pasamos a los mensajes por móvil y de ahí a las conversaciones telefónicas. Cuando oí su voz, me desconcertó un poco, tenía un toque chuleta y pensé que probablemente fuera un niño pera con zapatos castellanos pero, también baraje la posibilidad de que su tono podría ser producto de la timidez y simplemente "pluma de macho".  Quiso quedar y, empecé a dar largas, sabía que en el momento en que quedasemos se acabaría todo.  Pero, al final me decidí a tomar un café con él. Quedamos en un bar cualquiera y, cuando llegué pude ver tímidamente su cara de rechazo al verme.  No importa, es algo a lo que estoy acostumbrada.  Pero fue muy educado.  Tomamos un par de cafés, charlamos un rato y al final, su rechazo se convirtió en ojitos que suplican compasión mientras me contaba su vida. Tal y como intuía, era un buen tío, un tío normal pero, ahora ya se acabó la "historia".  No sé que va a pasar a partir de ahora, puede que no vuelva a contactar con él, puede que algún día que esté aburrido me llame para tomar un café como "amigos" o, en el peor de los casos puede que me rompa la cabeza para que le presente a mis amigas, lo cual es algo muy frecuente cuando algún tío descubre que tengo unas amigas "cañón", como dicen ellos.  Espero que no sea está última posibilidad porque es algo que me jode mogollón.  En cualquier caso, ayer fue el fin de la "historia", pero en algún momento tenía que ser.  En esta ocasión, escogí el camino más doloroso: el del rechazo, pero tampoco me duele demasiado, se ve que ya tengo callo.

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