lunes, 6 de mayo de 2013

Ayer no termina nunca

Ultima película de Isabel Coixet. Como nos tiene acostumbrados, la palabra es el núcleo sobre el que se desarrolla todo el filme.  Habla de recortes, de futuro negro, de depresión, de muerte, de una herida que nunca se cierra, de problemas de pareja, de la diferente forma de afrontar el dolor por la perdida de un hijo por dos miembros del matrimonio, de abandono por no poder soportar el peso de la pena propia y ajena ... Y todo ello con dos únicos personajes, toda la película se ciñe a un dialogo de pareja. Ello hace que la película sea un tanto "rara".  Se desarrolla en el año 2016, y la situación en España se figura la guionista que va a ser peor de lo que es, con un un paro creciendo, con los contenedores de basura llenos de gente peleándose por los restos aprovechables que puedan aparecer entre los desperdicios, con las oficinas del Estado vacías de funcionarios porque los pocos que quedan están inmersos en un traslado que al final no se realiza porque el proyecto inicial de un Casino no llega a buen término, con Alemania negándose a darnos un tercer rescate, llorando la muerte de un hijo de 7 años que no fue atendido a tiempo tres años antes, por los recortes en la Sanidad.  Muy negro, todo muy negro.  Y con la depresión enfermiza de la madre, adicta al sufrimiento por la perdida del hijo, que duerme en un coche y se lava en los aseos públicos.  Y con el tirar para adelante del padre que, al no soportar el sufrimiento propio y el de su pareja, decidió escapar y emigrar a Alemania donde pudo iniciar una nueva vida junto a otra mujer.  Y con el diálogo, tantos años después entre padre y madre, donde no puede haber entendimiento. Y eso es lo que nos cuenta la película, todo negro y deprimente.

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