sábado, 15 de octubre de 2016

La última batalla

Yo me fui de paseo con mi mp3 dispuesta a pasar un día tranquilo. El caso es que, el individuo en cuestión se me pegó como una lapa para contarme una vez más sus batallas que, por cierto, no tienen nada de interesante. Y por la noche, cadena de waspps iniciadas por él. El resultado fue, como no podía ser de otra manera, que al día siguiente me subía por las paredes y me resultaba imposible concentrarme.  Al día siguiente él se largo a dormir con otra y a la vuelta volvió a convocarme para tomar algo con unos amigos. Acepté. Resultado: Después de buscarme, llamarme, wasappearme, me deja tirada como una colilla para irse de putas con el resto de los hombres de la pandilla. Conclusión: es un tío que no merece la pena perder el tiempo con él, ni siquiera como amigo.

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