martes, 29 de mayo de 2012

La crisis

Paro, deshaucios, agencias de calificación, hipotecas subprime, burbuja inmobiliaria, ... Es de lo único que se habla en estos tiempos... Todo un cocktel que lleva ... a que mucha gente sea desgraciada. Las cifras de paro cada día son más altas, los servicios sociales cada vez se llenan de más comensales, cada día hay tropecientos deshaucios incluso de gente mayor que simplemente fueron de avales normalmente de un hijo y los bancos cada día, en lugar de dedicarse al negocio financiero, que es lo suyo, no hacen más que acumular pisos y más pisos que no pueden vender a nadie porque no hay quien los compre y que les supone un esfuerzo enorme en el capítulo de provisiones. Es como si fuesemos piezas de un dominó gigante y, al caerse la primera fuesemos cayendo todos uno a uno. El origen parece ser que está en las hipotecas subprime, que son un invento de los que se dieron en llamar ingenieros financieros, mal llamados por otra parte. Un ingeniero construye algo, un puente, un barco... Pero un ingeniero financiero no puede construir nada, juega con dinero, que es un recurso limitado, no produce nada, simplemente se hace pajas mentales para ver como puede sacar más dinero del dinero, pajilleros financieros los llamaría yo. Y estos pajilleros tuvieron la feliz idea de dividir las hipotecas en partes y transmitir la deuda a terceros. Y de esta manera, los bancos empezaron a dar hipotecas más alegremente, al fin y al cabo, al transmitir la deuda transmitían también el riesgo. Al dar hipotecas con mayor alegría, el riesgo de impago es mayor y al estar repartida la deuda, los afectados por el impago también son más. Para dar credibilidad al sistema, éstos u otros pajilleros similares se inventaron las agencias de calificación pero, ¿qué son realmente estas agencias? Pues un negocio nuevo, que aparecen con mucho bombo como si estuviesen en posesión de la verdad absoluta pero que en el fondo están financiadas por grandes grupos de inversores para que digan lo que ellos quieren que digan. Esto que se inició en Norteamérica acabó salpicando a Europa pero, ¿qué pasó realmente en España? ¿fue por la burbuja inmobiliaria de la que hace tiempo que los técnicos advertían de que iba a reventar? Se abusó del crédito. Y si se abusa del crédito al final ¿dónde está el dinero? El precio de los pisos no hacía más que subir y subir. Los promotores pedían créditos para poder pagar a sus proveedores, los compradores de los pisos formalizaban hipótecas para poder pagar a los promotores y, todo ello endeudandose al límite: si cobrabas 1.000 euros, pagabas 800 de hipoteca al mes. Si un mes estabas apretada para poder pagar la hipoteca, pedías un nuevo préstamo para poder pagar el anterior. Incluso se hipotecaba la vivienda propia para inciar un negocio. Y, dejó de haber compradores para tanto piso como se contruía. Al no venderse los pisos, los promotores no tienen crédito y no pueden pagar a sus proveedores, éstos no pueden pagar a sus empleados y, éstos últimos no pueden pagar la hipoteca. Conclusión: aumenta el paro, la gente no puede pagar la hipoteca y pierde su casa. Falta por saber cual es la solución para esta situación de infelicidad generalizada que nos está tocando vivir.

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