domingo, 16 de septiembre de 2012

Todos tenemos un plan

Viggo Mortensen hace una gran actuación, aparte de estar buenísimo.  Es una historia de un pediatra argentino que está deprimido y que no le gusta la vida de lujo que lleva en Buenos Aires, y que aprovecha la muerte de su hermano gemelo para hacerse pasar por él.  Pero, no cuela, lo acaban descubriendo.  El hermano tiene una vida totalmente diferente a la que tiene él.  Vive en un lugar misero, lleno de delicuencia y se dedica a asuntos turbios con la tapadera del negocio de la miel.  Todos somos diferentes unos de otros, tenemos una linea de vida y, no es posible cambiarnos por otra persona.  No podemos apropiarnos de las relaciones de otro, ni cambiar de forma radical de la noche a la mañana, ni siquiera para pasar de ser "los buenos" a ser "los malos".  Si somos como somos es porque la vida, la genética, el ambiente y el destino nos llevó a ser así y no podemos hacer nada para cambiarlo.  Un caco es un caco y lo seguirá siendo hasta la muerte y, de la misma manera, un médico seguriá siendo un médico aunque intente disimular.  En algún momento de la vida, pudieron haber coincidido hasta que ese plan, o quizás ese destino contra el que nada se puede hacer, los separó para no tener nada en común nunca más, salvo ese pasado común que sólo sirve para ocupar espacio de memoria, en ocasiones basura neuronal imposible de resetear aunque sea nuestro más ferviente deseo .  Una gran película, para no perdersela.

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