sábado, 4 de enero de 2014

El médico

Soy una gastadora de tiempo, la mayor parte de mi tiempo de ocio me lo paso simplemente gastándolo y, puedo asegurar que es algo más difícil de lo que pueda parecer.  Son esos momentos de soledad y aburrimiento en los que no sabes que hacer. El cine es algo muy apañado cuando necesitas gastar tiempo. Con un paseo puedes llegar a gastar hora y media como mucho pero, una película entre que vas y que vienes y ves la película puedes llegar a darle matarile a tres o cuatro horas.  Hoy, salí de casa como otros días dispuesta a gastar tiempo y, casi sin pensarlo dirigí mis pasos a los multicines, sin saber tan siquiera que películas estaban poniendo, ni cual me apetecía ver. Por un momento dudé entre la última de los Hermanos Cohen, de la que leí algo de que está basada en la vida de Bob Dylan y El médico que está basada en un best-seller. En el último momento me decidí por El médico.  Seguí el ritual habitual para los días de cine, es decir, sacar entrada, comprar gominolas y conguitos, ir al vater, comprar un granizado de mango, salir a fumar un pitillo, entrar en el cine, volver al vater y acomodarme en el asiento.  Las gominolas y el chocolate son importantes para calmar la ansiedad que me produce ir sola al cine. Cuando me senté en la butaca pude ver que la mayoría de los espectadores eran parejas de gente mayor.  El cine se fue llenando y empezó la película. La verdad que fue una gran elección. Es una película larga, dura 140 minutos que se me pasaron volando. Me gustó mucho el guión, los paisajes son espectaculares, el protagonista principal no puede ser más guapo ... Está ambientada en la Edad Media y discurre entre Inglaterra y Persia. Las imágenes de las montañas de Inglaterra y de los acantilados de Dover no pueden ser más impactantes, al igual que las del desierto, y que las del cielo en la noche del desierto. Es una película de lo más recomendable.

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