Fin de la historia

Bueno, ya se acabó el sufrimiento. Llegué riendome como una gilipollas, no podía dejar de reirme, tonta perdida, sin poder evitarlo pero, ya se acabó el sufrimiento porque ya me dejó claro que no quiere nada conmigo, como mucho de colega y leyendo entre lineas sé quien le interesa y el estilo de tías que busca. Sé que mis amigas me vieron distinta, sé que me lo notaron, sé que di que hablar pero, me da igual. Creo que es un fantasma, lo único que me atrae de él es que tiene un algo que me resulta familiar y que desprende un calor que produce una increible atracción, de esos calores que producen adicción y que, cuando lo pierdes te entra un mono de los grandes. Sólo es atractivo físico. En fín, me alegro de que todo se haya acabado, lo estaba pasando muy mal, estaba sufriendo a lo grande. Fue bonito mientras duró.