viernes, 11 de diciembre de 2009

Felicitaciones Navideñas

Yo no sé la razón por la que necesitaba verlo, decirle, oirlo ... pero lo necesitaba. Quizás simplemente para poder odiarlo con fuerza, lo cual fue algo que en realidad, nunca hize. El otro día pensé que ahora que puedo comunicarme con él podía enviarle un sms navideño. Lo típico que haces con todo dios, una felicitación sencilla. Pero es que, en realidad, en el fondo, no le deseo felicidad. Le deseo que lo humillen, que lo pase mal, le deseo que se lo pase tan mal como me lo hizo pasar a mí. Y eso, no tiene nada que ver con la felicidad. Me gustaría enviarle un sms deseándole una Navidad de mierda y el peor año de su vida a nivel sentimental, en el que su pareja le ponga los cuernos delante de él, lo desprecie, lo ridiculize, se ria de su hombría y le obligue a aceptarlo todo incluído a su amante. Vamos, deseo que sea un gran cornudo y que sufra lo indecible por amor, como me hizo sufrir a mí. Y si no fuera porque temo por mi integridad física, le mandaría ese sms.

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