viernes, 21 de mayo de 2010

Celos, celos, celos ...

Sé que no quiero nada con "él". Tampoco sería posible porque me ahogaría en mi angustia. No soportaría el pensar que, en el momento más inesperado, podría entrarle cualquier idea extraña en la cabeza y, pedirme lo imposible. Y, ahora que sé que está solo, tengo un estúpido miedo, aún sabiendo que las posiblidades de que me proponga algo son mínimas. En realidad, siempre tuve miedo de que volviera. Una mezcla de miedo y esperanza porque, cuando se fue, prometió volver. Pero el colmo del absurdo es que siento celos. Como lo veo con frecuencia en el chat, hoy ví como le enviaba flores a una chica ... y ¡me puse celosa!. Luego, me quedé dormida y tuve un sueño angustioso. Soñé que ibamos a tomar un café con más gente. El permanecía callado y yo hablaba de sexo, sin quitarme las gafas de sol. Y aún con las gafas oscuras puestas, en ningún momento le miré a los ojos. Luego nos despedimos y casi no me dijo ni hasta luego, su mutismo y su indiferencia fue completa durante todo el sueño. Y me desperté angustiada. Quiero que mis sentimientos fluyan, para ver si así consigo olvidarlo. Quiero olvidarlo, como me olvidó él a mí, sin más. Siento envidia de su facilidad para hacer borrón y cuenta nueva.

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